martes, 22 de junio de 2010
Eduka9, el ladrido más humano
Hada y Zoe se muestran encantadas. Vuelven a casa después de colaborar estrechamente con la terapeuta de un centro infantil de Vigo. Aunque se trate de dos perras. “Cuando empecé con ellas en este ámbito no pensé que también cambiarían tanto en positivo”, comenta Marga Rodríguez Freire, de Eduka9, una de las poquísimas profesionales de Galicia que se sirve de la interacción entre animales y personas como terapia para niños y ancianos.
Explica que “el intercambio” funciona en ambos sentidos, “por la mejora evidente de los chavales y porque, en la práctica, se aprecia la implicación de los perros” pues, según asegura, “los animales parecen darse cuenta de su tremenda responsabilidad y responden con gran implicación; se ve que son seres vivos, con emociones, como defiende la etología”.
Rodríguez es adiestradora y especialista en modificación de la conducta canina desde hace catorce años, una experiencia que le ha llevado a impartir actividades de ocio y terapias con perros. Aunque ambas están organizadas específicamente, con las terapias “se busca intencionadamente una mejora física, psíquica o emocional” aunque, como señala, “en general tienen una connotación de cura y obligación”. Es por eso que recurrir a los perros “añade ilusión y afán lúdico, muy beneficioso especialmente entre niños a los que no siempre les apetece ir a terapia convencional”, apunta la joven.
De hecho, uno de los criterios para que esta interacción sea terapéutica es que “las mejoras generadas sean constatables y que se mantengan en el tiempo”, además de que “deben crear en la persona la capacidad de realizar nuevos ejercicios y actividades que yo ayudo a fijar con los deberes que se llevan a casa y que inciden en esas nuevas capacidades”. En ese sentido, Rodríguez asegura que con la terapia con perros se obtienen beneficios a nivel físico, psíquico o mental. Amencer, que se dedica a la atención a la parálisis cerebral, y Afaga –Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras demencias de Galicia– ya han apostado por ella.
PLAN DE ACTUACIÓN
Eduka9 también trabaja con la asociación viguesa de padres y amigos de niños con parálisis cerebral Hoy por Mañana, donde la terapia con perros se ha demostrado “claramente motivadora y relajante”. Estos elementos son muy útiles para que los chavales admitan participar en terapia “casi sin darse cuenta, como un juego”, cuenta Marga. Pone el ejemplo de Gabi, que con cierto tipo de parálisis, se dejó encandilar por Hada, una golden que ha conseguido convencerle para realizar juntos algunos ejercicios en el suelo que le han ayudado físicamente.
Con esta perra y con Zoe, Marga ya hizo las delicias de los chavales de la Ludoteca de Integración, otro de los servicios de la asociación viguesa que, como explica su trabajadora social, Silvia Lago, “se trata de una actividad de ocio de tipo integradora en la que participan niños de entre tres y diez años con o sin discapacidad”. La experiencia “fue muy positiva a todos los niveles –señala–, sobre todo a nivel educativo, de integración y como generadora de ilusión”.
Laura López, de trece años, tiene discapacidad física. Dice que lo que más le gustó del centro “son las perras” y la sorpresa que le causaron “todos los trucos y cosas especiales que hacían con nosotros”, lo que a ella le ha influido para “apreciar aún más a mi perro Melua” y para indicarle “sin miedo a Hada y a Zoe que se suban a la silla de ruedas”.
http://www.xornal.com/artigo/2010/06/20/sociedad/eduka9-ladrido-mas-humano/2010062022594600336.html
fuente :
Explica que “el intercambio” funciona en ambos sentidos, “por la mejora evidente de los chavales y porque, en la práctica, se aprecia la implicación de los perros” pues, según asegura, “los animales parecen darse cuenta de su tremenda responsabilidad y responden con gran implicación; se ve que son seres vivos, con emociones, como defiende la etología”.
Rodríguez es adiestradora y especialista en modificación de la conducta canina desde hace catorce años, una experiencia que le ha llevado a impartir actividades de ocio y terapias con perros. Aunque ambas están organizadas específicamente, con las terapias “se busca intencionadamente una mejora física, psíquica o emocional” aunque, como señala, “en general tienen una connotación de cura y obligación”. Es por eso que recurrir a los perros “añade ilusión y afán lúdico, muy beneficioso especialmente entre niños a los que no siempre les apetece ir a terapia convencional”, apunta la joven.
De hecho, uno de los criterios para que esta interacción sea terapéutica es que “las mejoras generadas sean constatables y que se mantengan en el tiempo”, además de que “deben crear en la persona la capacidad de realizar nuevos ejercicios y actividades que yo ayudo a fijar con los deberes que se llevan a casa y que inciden en esas nuevas capacidades”. En ese sentido, Rodríguez asegura que con la terapia con perros se obtienen beneficios a nivel físico, psíquico o mental. Amencer, que se dedica a la atención a la parálisis cerebral, y Afaga –Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras demencias de Galicia– ya han apostado por ella.
PLAN DE ACTUACIÓN
Eduka9 también trabaja con la asociación viguesa de padres y amigos de niños con parálisis cerebral Hoy por Mañana, donde la terapia con perros se ha demostrado “claramente motivadora y relajante”. Estos elementos son muy útiles para que los chavales admitan participar en terapia “casi sin darse cuenta, como un juego”, cuenta Marga. Pone el ejemplo de Gabi, que con cierto tipo de parálisis, se dejó encandilar por Hada, una golden que ha conseguido convencerle para realizar juntos algunos ejercicios en el suelo que le han ayudado físicamente.
Con esta perra y con Zoe, Marga ya hizo las delicias de los chavales de la Ludoteca de Integración, otro de los servicios de la asociación viguesa que, como explica su trabajadora social, Silvia Lago, “se trata de una actividad de ocio de tipo integradora en la que participan niños de entre tres y diez años con o sin discapacidad”. La experiencia “fue muy positiva a todos los niveles –señala–, sobre todo a nivel educativo, de integración y como generadora de ilusión”.
Laura López, de trece años, tiene discapacidad física. Dice que lo que más le gustó del centro “son las perras” y la sorpresa que le causaron “todos los trucos y cosas especiales que hacían con nosotros”, lo que a ella le ha influido para “apreciar aún más a mi perro Melua” y para indicarle “sin miedo a Hada y a Zoe que se suban a la silla de ruedas”.
http://www.xornal.com/artigo/2010/06/20/sociedad/eduka9-ladrido-mas-humano/2010062022594600336.html
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