Erase una vez hace muchísimo tiempo un territorio que estaba dividido en 2 reinos.
El primero gozaba de mucha prosperidad , su rey siempre iba con sus mejores trajes , sus súbitos tenían las mejores ropas. El castillo era remodelado y decorado cada vez que le apetecia al rey. La bandera brillante ondeaba en la torre .Los banquetes en el castillo tenían fama y su mercado era el mejor ya que poseía una gran variedad de frutas , especias en general toda clase de artículos inimaginable.
El segundo era todo lo contrario. El castillo presentaba varias partes en ruina. El rey aunque cariñoso no podía darle a sus súbitos todo lo que pedían. Su mercado era muy limitado e incluso escaseaban algunos alimentos . Su bandera hecha jirones ondeaba tímidamente en la torre y no existían los banquetes.
El primero recibía a los extraños con mal disimulado desprecio. Sus súbitos no querían saber nada con extraños ya que pensaban que estos les iban a quitar sus pertenencias, su trabajo y hasta su amor del rey.Extranjeros optimistas que ponían sus puestos en el mercado de ese reino terminaban yéndose ya que nadie les compraba.
Por el contrario el segundo rey recibía a todo el que tocase sus puertas. Sin apenas recursos intentaba ayudar a los que le pedían consejo , alimentos , …y todos los foráneos eran muy bien recibidos y en la medida que se podía se ayudaba.
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Un día llegó un dragón al territorio… miro desde el cielo los dos castillos y claramente decidió que si tenía que saquear uno tenia que ser el de los ricos. Así fue aterrizó en mitad del mercado y empezó a destruir todo lo que veía a su paso . Los súbitos chillaban , gritaban y se agolpaban en la puerta del castillo pidiendo al rey que les abriese y que les diese cobijo . El rey egoísta decidió que lo primero era salvarse él y los que tenía allí . Mandó cerrar las puertas ,hacer una fiesta para que los gritos de auxilio de sus súbitos no se oyesen e hizo oídos sordos a todo lo que pasaba fuera del castillo.
El dragón una vez que terminó de saquear todo y de destrozar las casas decidió que había terminado su objetivo y se fue satisfecho . Ya no quedaba nada en la aldea. Ningún alimento, ninguna casa….y el castillo seguía cerrado…
Los que quedaban hablaron entre ellos y decidieron que no podían quedarse allí dónde su rey seguía escondido y fueron al reino pobre a pedir ayuda para recomponer sus vidas y establecerse allí.
Al llegar fueron recibidos cómo siempre lo hacían con extraños con alegría y comprensión por lo que había pasado. A pesar de no tener nada lo poco que tuvieron lo compartieron con ellos y félizmente los nuevos se instalaron allí. No era cómo en el anterior reino. Tenían muy poco pero estaban muy contentos de poder estar allí con un rey que ayudaba a todos.
Por su parte el rey egoísta una vez que se le acabaron las viandas abrió las puertas pero no había ya nadie. Les llamó , mandó recado al otro reino lleno de promesas si volvían pero nadie volvió. ¿Quién iba a trabajar para él? ¿Quién iba a cultivar sus tierras? Por supuesto él no y además había que trabajar duro ya que el dragón había arrasado todo. El rey estaba desesperado.
Un día apareció una familia allí y al ver la desolación que presentaba todo se ofrecieron a establecerse y ayudar al rey egoísta. Este se dio cuenta que no se puede cerrar puertas a los que vienen pidiendo ayuda, que hay que ayudar en la medida a todos los que lo piden y de esta forma cambió su forma de gobernar e incluso una vez reconstruido todo fue al reino pobre a ofrecerle su ayuda. Con el tiempo los dos Reyes se ayudaban mutuamente, se apreciaban … y es más cuando el dragón decidió volver de nuevo se unieron para luchar contra él y le vencieron…
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