Las últimas noticias sobre maltrato de animales son para poner los pelos de punta y plantearnos muy seriamente que coño estamos haciendo y que educación estamos dando a nuestros hijos.En un mundo en el que el respeto a la vida es algo del pasado, en el que la diversión de unos pocos pasa por encima del sufrimiento de muchos, en el que todo está permitido para provecho de nuestro propio ego, en el que no existe la palabra compasión, no debería extrañarnos encontrar noticias como la que hoy descubrimos.¿De verdad es este el mundo que queremos, es este el mundo que legamos a nuestros hijos? y no, no vale decir que no es culpa nuestra, que solo se trata de unos pocos adolescentes gamberros, porque desgraciadamente estas cosas son cada vez más cotidianas. La educación de nuestros hijos no es patrimonio solo de sus profesores, es tambien una labor diaria de sus padres, un dia a dia en el que nuestros hijos ven en nosotros y en nuestro comportamiento su propio reflejo. Este tipo de conductas tienen su origen en su propio hogar, en su educación, en su aprendizaje diario.Si no sembramos no recogeremos.
Los detenidos están acusados de supuestos delitos de daños y maltrato animal, según ha informado hoy la Guardia Civil.
La detención la han llevado a cabo agentes del cuartel de la vecina localidad de Iscar (Valladolid), que el pasado 16 de febrero recibió una denuncia del propietario de una granja avícola de gallinas, ha explicado la Guardia Civil en un comunicado.
Este avicultor denunció que en la madrugada de ese día, tras forzar la cerradura de la nave, alguien había accedido al interior, "causando grandes destrozos en jaulas, dependencias y sistemas de alimentación, y matando con golpes a unas cien gallinas ponedoras".
La Guardia Civil puso en marcha una investigación, "llegando a los autores del hecho delictivo después de realizar sus informes técnicos, inspección ocular con toma de muestras y numerosas tomas de manifestación de personas de la localidad".
Finalmente, entre ayer y hoy ha detenido a LM.G.H., de 27 años, R.S.S., de 18, I.C.C., de 23, y a cuatro menores de edad, de los que no se han facilitado más datos.
Madre mía, hay días que se te pone la moral por los suelos...
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