Comencemos por el principio, viernes 19 de junio nueve de la mañana, una gatita de unos tres meses, aunque de apariencia más escueta se asusta trepando a un abeto que sobrepasa un cuarto piso de altura, al entrar los funcionarios a la oficina delegación del ayuntamiento frente al centro cultural Alfonso XII.
Aqui comienza una pesadilla para esta gatina, y la deseperación de un puñado de humanos, digo bien desesperación porque todos sabemos que es común ver subido un gato a un árbol, pero algo me decía que no sería un gato más subiendo y bajando del árbol cuando le apeteciera o el hambre pudiese.
Paso la noche del viernes, maullando, la noche del sábado pidiendo ayuda y este puñado de humanos cada uno por separado intentando como buenamente se podía intentar bajarlo. Y esta humana que os escribe no aguantó más la desesperación de no conseguir nada, de tropezar ante un muro de impotencia, pero en lugar de rendirse sacar rabia, para ayudarla, sencillamente porque en la memoria pesan las veces que has llegado tarde y solo me ha quedado enterrarlo.
El domingo por la mañana llamé a los bomberos, vinieron hicieron acto de presencia realizando un pequeño teatro, sacando la escalera de mano, la consecuencia era de esperar la gatita subió más alto, según ellos no se podía hacer nada más, y de nuevo la misma frase, ya bajará cuando tenga hambre. La parte positiva fue enterarme que otros humanos habían intentado por separado, como podíamos. Este fue el punto de partida, si nos unimos podríamos hacer más fuerza estando coordinados, tenía un objetivo muy claro, el lunes la gatita no iba a pasar más tiempo en el árbol. Me revelaba ante la impotencia y el sufrimiento de esta gatita, soportando temperaturas de cuarenta grados, sin beber, sin comer y después me comentaron que incluso haciendo frente a pájaros que la picoteaban.
Para el lunes estaba todo organizado para cada uno llamar donde pensábamos que obtendríamos respuesta, los hilos comenzaron a trenzarse, cuando en la delegación del ayuntamiento me dijeron que si ya habían venido una vez los bomberos, que olvidase fuesen a llegar de segundas, de nuevo no me resigne al volver a encontrar otro muro. Los hilos se entrelazaban con fuerza, y Ana que uno de sus gatos es adoptado en Madrid Felina, dio la mejor noticia que se podía esperar, habían conseguido que los bomberos viniese de segundas, estábamos en la calle esperando con un trasportín.
Los bomberos llegaron y vieron que no llegaban con el camión autobomba normal, les comenté lo que paso el domingo y ellos se soprendieron, y los hilos seguían trenzándose, la mayoría de los bomberos que estabán allí tenían gatos y perros recogidos de la calle, y me prometió que no se iban de allí sin bajarlo, así fue todo el mundo colaboró, los vecinos de diferentes bloques, la gente se alegraba por la gatita del árbol, como ya la habían bautizado. Y fueron ellos, los bomberos quienes llamaron a su cuartel para que enviaran la escala, si para un gatito.
Por fin!!, se acabó la agonía del árbol, la cogieron como si un bebe fuese envolviéndola en una manta, me pidieron por favor que cuidase bien de ella, que no le pasara nada, me impresionó ver como la miraban y se preocupaban por ella, por la gatita del árbol.
Pero después quedaba mas, su paso por el veterinario, fue otro muro, porque resultó ser positiva en leucemia, pero con ganas de vivir, la única solución que me daban era, después de todo lo que había soportado, que ni siquiera tuviese una mínima oportunidad, matarla.
Dos horas escasas eso es lo que tenía en el veterinario, para conseguir una casa de acogida, esto ya no era un muro, era bastante más, cuando todo estaba perdido un ángel de la guarda para esta gatita del árbol, aparece y se hace posible una acogida en Madrid Felina y Teresa dice que adelante, los hilos seguían trenzándose.
Se coordina todo y voy a recoger a la gatita del árbol al veterinario para dejarla en su casa de acogida, pero de nuevo otro muro, está deshidratada, como no iba a estarlo, y tiene que quedarse ingresada esta noche para hidratarla con suero por vena, hablo con el veterinario para que me comente como está, por suerte o por desgracia tengo experiencia en veterinaria, me comenta que está deshidratada, tiene otitis en un oído y una rinitis, pero que tiene posibilidades de salir.
Pero todavía hay otro muro, la gatita del árbol necesita otro ángel de la guarda más para conseguir durante estos primeros días que tome fuerzas que pueda estar con ella todo el día, es cariñosa, buena como un trocito de pan y quiere una oportunidad para vivir,
por favor os suplico que contactéis con Madrid Felina, que la gatita del árbol pueda vivir,
Teresa 628.111.239
Marta 660.56.97.9
Susana 639.13.44.55
Rocio 626.999.626
http://www.madridfelina.com/w1/index.php
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